Es evidente que para recibir primero hay que dar algo a cambio, así como para comprar una cosa primero hay que pagarla, en este maldito mundo no se regala nada, esto es un hecho. Pero del mismo modo hay personas que viven para dar sin esperar nada a cambio, estos altruistas empedernidos, buenos samaritanos caritativos nunca son recompensados por la valia de sus actos. ¿Dónde quiero llegar con esto? Bien es sencillo, y un dia más entraré en el tema de los sentimientos, en el amor hay que dar sin esperar nada a cambio, pero del mismo modo un amor sin nada a cambio no es un amor, es una relación donde uno juega y el otro, engañado, cree que es amado.
El amor es algo precioso si se cuida, como una planta toda relación de amor y aprecio tiene sus raices, deben de regarse día a día para que la planta crezca hermosa. Y las ramas se tienen que podar con cura y esmero para que el tronco crezca alto y esbelto, y cuando alguna o ambas de estas cosas no se tienen en cuenta en la rutina de la relación la planta se marchita dejando a su paso restos dolorosos y un hueco en ese sitio especial que ocupaba en el alfeizar de la ventana de nuestro corazón.
Hay personas que tienen mucho que dar, tanto que asustan, y nadie se atreve a recibir de ellos, tan fuertes son sus sentimientos que de algun modo espantan a las otras personas y de ese modo poco a poco se van cerrando en si mismos, y cuanto mas tiempo pasan en soledad mas se fortalecen sus sentimientos y así en una especie de circulo vicioso estarán solos hasta que alguien suficientemente temerario se deje seducir por la fuerza de un amor tan fuerte que los retendrá por siempre jamás.
Divagaciones sin sentido vol.1.0
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